Hoy he preparado un plato algo laborioso, pero por "petición popular", se lo regalo a mis chicos. No es una "receta fidedigna", pero es fácil, cómoda de hacer y no requiero demasiado tiempo. También he intentado aligerarla lo más posible de grasas.
La lasaña (o pasticho) es una receta típica de la cocina italiana, aunque su origen es griego-italiano. Se caracteriza por ser una especie de pastel compuesto de pasta de trigo, en láminas (que se llaman lasaña) intercalados con salsa de carne y tomate y bechamel. Luego va cubierto de queso rallado, y horneado.
Nutricionalmente es un plato muy completo, y según vaya preparado, puede ser más o menos calórico. Tiene los hidratos de carbono de la pasta y la bechamel. Las proteinas de la carne y queso, y la grasa que le añadamos.
Los ingredientes:
- Una cajita de pasta para lasaña (en este caso era "con espinacas").
Para la salsa de carne y tomate:
- una lata de tomate natural triturado de 800 gr.
- una cebolla
- dos dientes de ajo
- 400 gr. de carne de pollo picada
- medio chorizo oreado (de la marca "Palacios" en este caso)
- dos cucharadas de aceite de oliva
- orégano y sal.
Para la bechamel:
- una cucharada de aceite de oliva (yo sustituyo la mantequilla por aceite)
- dos cucharadas de harina
- medio vasito de leche
- medio vasito de caldo de verduras
- queso rallado, para gratinar.
La preparación:
Empezamos haciendo la salsa de carne, porque tarda más en cocer, y mientras tanto, hacemos el resto de la preparación.
Picamos la cebolla y el ajo, y lo ponemos a sofreir en el aceite, en una sartén. Cuando esté algo blando, añadimos la carne picada y rehogamos, hasta que pierda el color de crudo.
Para darle un toque especial, le he añadido un poquito de chorizo oreado (lo justo para darle sabor, pero no añadir demasiada grasa al plato). Le he quitado la piel y lo he picado muy pequeñito, y se lo he añadido a la sartén para que se rehogue junto con la carne.
He añadido el tomate natural, y he dejado cocer a fuego lento, durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Al final añado una pizca de sal y de orégano.
He puesto a cocer la pasta. He añadido las láminas, una a una en una cacerola con agua hirviendo, con sal. Las he dejado cocer el tiempo que indicaban las instrucciones del envase. Las he pasado por un bol con agua fría, y las he puesto a escurrir en un paño limpio.
Finalmente he hecho la salsa bechamel. Normalmente se hace con mantequilla, las mismas cucharadas de esta, que de harina, pero yo intento evitarla, y las hago con aceite de oliva. Una cucharadita para tostar un poco la harina, antes de poner el líquido.
En una cacerola antiadherente, he puesto la cucharada de aceite y le he añadido la harina. He removido con las barillas, constatemente, hasta que ha tomado un color tostado y entonces he añadido el líquido (caldo de verduras y leche), bien frio. Sin dejar de remover, para no dejar grumos.
En el caso de que queden grumos, se pasa por la batidora un momento, y listo.
En último lugar, he montado el plato. En una fuente apta para horno, he puesto una fina capa de bechamel, encima una capa de pasta cocida, otra de tomate con carne y otra de bechamel. Asi he ido alterando las capas, sucesivamente, hasta que he terminado con los ingredientes.
La última capa ha sido, pasta cocida, y encima una capa de bechamel con unas cucharadas de tomate frito, para que coja el color. Y sobre esta, he espolvoreado queso rallado, para gratinar.
Se puede cocer unos minutos al horno, para espesar un poco, o bien gratinar solamente, para derretir el queso.
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