Las lentejas son una de las legumbres más digestibles. Están compuestas mayoritariamente de hidratos de carbono de absorción lenta, son bajas en grasas, ricas en Hierro y vitaminas del grupo B, y en fibra, con alto poder saciante.
Si evitamos su preparación junto con embutidos o carnes grasas, son un alimento excelente. Y como cualquier legumbre, si se consume junto a algún cereal (arroz, trigo, etc) se convierten en un alimento proteico de gran calidad.
Son uno de los alimentos básicos de la dieta mediterranea.
Los ingredientes: medio kilo de lentejas (pardinas, en este caso, que no necesitan remojo previo), un pimiento italiano, 3 dientes de ajo, una cebolla, dos tallos de apio, 3 zanahorias, dos calabacines pequeños (o uno grande), dos cucharadas de aceite de oliva, una cucharadita de pimentón, una cucharadita de comino molido, 2 hojas de laurel, caldo de verduras y sal.
La preparación: Picamos muy pequeñitas las verduras. Las zanahorias y el calabacín, en trocitos algo más grandes.
Ponemos en una cacerola el aceite de oliva, y rehogamos el ajo, pimiento, apio, cebolla, hasta que estén algo blandos. Añadimos las zanahorias y el calabacín, y damos unas vueltas unos minutos.
Agregamos dos vasos de caldo de verduras (casero, en este caso), las lentejas, el laurel y el pimentón.
Completamos con algo de agua, hasta que esté cubierto el guiso. Dejamos que hierva y cocemos a fuego lento hasta que las lentejas estén tiernas (unos 20 minutos).
Si falta caldo, se añade algo de agua, para que no se sequen.
Al final, se añade la sal y el comino molido, se remueve bien, y se deja unos minutos.
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